El ciclista del Burgos BH destacó en una numerosa fuga y agitó el grupo en el tramo duro entre puertos a 45 kilómetros. Pese a sufrir una caída, Navarro se rehizo para firmar la 12ª plaza y fue nombrado como el corredor más combativo de la jornada.

Poco más de 10 kilómetros tardó un grupo numeroso con Dani Navarro en adelantarse al pelotón para tratar de formar la fuga. Al cabo de unos minutos, los 18 ciclistas obtuvieron ventaja y comenzaron a consolidar la que sería la escapada del día. En contraposición a la tranquilidad que mostraba el pelotón, el grupo de Navarro encontró la armonía para aumentar la diferencia que con el paso de los kilómetros se estableció sobre los 10 minutos.

La cabeza de carrera superó al completo los primeros puertos de la jornada e incluso aumentó ligeramente su ventaja respecto al gran grupo. La victoria estaba por delante, pero eran muchos aspirantes. Esta situación de carrera animó a Navarro, que lanzó un ataque junto a dos compañeros de fuga a 45 kilómetros de meta, en la zona entre puertos.

Casi 20 kilómetros después, la fuga se reagrupo y el ciclista morado logró marcharse en un nuevo grupo de tres. En una curva peligrosa del descenso previo a la ascensión final, Dani Navarro sufrió una caída. El ciclista asturiano se recompuso, regresó a la escapada y lo intentó de nuevo, pero ya sin opción. En lo alto del Pico Villuercas, Navarro acabó el 12º con la sensación de que podría haber firmado una gesta dos años después de la victoria de Madrazo en Javalambre.

Dani Navarro representa a la perfección la actitud valiente e imbatible del Burgos BH. El escalador asturiano se embarcó en La Vuelta diez días después de sufrir una dura caída en la tercera etapa de la Vuelta a Burgos, para afrontar así su 21ª Gran Vuelta. Haciendo valor de su experiencia, supo esperar, marcó la etapa y lo dio todo en un día que sabía que podía ganar.