La carrera arrancará el viernes en Almeida con una larga etapa de 191 kilómetros. Será la jornada menos montañosa, aunque incluirá dos ascensos puntuables en la segunda mitad del recorrido. El primer triunfo se pondrá en juego en la llegada a Penamacor, un final en ascenso para corredores explosivos. La segunda etapa llevará a los corredores desde Figueira de Castelo Rodrigo hasta Celorico da Beira. Una jornada de 188 kilómetros con otro final en ligero ascenso para velocistas que pasen bien la montaña. El ascenso a Prados y un terreno posterior plagado de repechos podrían seleccionar el pelotón.

Aunque la jornada más dura será la del domingo, con 180 kilómetros de recorrido entre Pinhel y Seia y dos grandes puertos de montaña: Penhas Douradas y Torre. Este último ascenso de primera categoría, con sus 25 kilómetros de ascenso, se corona a 2000 metros de altitud, siendo el lugar más alto del Portugal continental. Sin embargo, la meta no estará ubicada en esta prestigiosa cima. Los corredores afrontarán un largo descenso de 30 kilómetros hasta la línea de llegada en Seia.