Las bicicletas son un excepcional aliado no solo a la hora de reducir gastos cuando uno se desplaza, sino también para mantenerse en forma, ya sea en nuestro día a día o en momentos de ocio. Sin embargo, a veces no prestamos suficiente atención a varios de sus elementos, como, por ejemplo, los frenos, claves para evitar accidentes.
Asimismo, ¿cómo podemos hacer para llevar nuestra bicicleta en caso de viaje largo? Es decir, ¿cómo podemos llevarla en nuestro coche? Antes de comprometer la seguridad del vehículo y de los pasajeros, ¡mejor que eches un vistazo a lo que te traemos a continuación!
¿Qué son los frenos para bicicletas?
Básicamente, los frenos para bicicletas son un elemento central en lo que respecta a la seguridad del ciclista. Cuando hablamos de frenos de bicicleta, hablamos de un sistema compuesto por diversos elementos que permite detener el vehículo, ya sea a través de las ruedas traseras o a través de las ruedas delanteras. A lo largo de la historia, los frenos para bicicletas han experimentado una profunda evolución, brindando actualmente una gran variedad de alternativas y tecnología punta.
De hecho, los primeros frenos de bicicleta eran los frenos de varilla, un sistema completamente obsoleto que rara vez se ve ya, salvo que seamos coleccionista de modelos retro o conservemos la bicicleta de nuestros abuelos. Con todo, que se haya desterrado su instalación en las bicis modernas es una excelente noticia, ya que su frenada no era eficaz y, además, se trata de un sistema muy complicado de ajustar. Este podía ser de dos tipos: o bien sobre el neumático o bien sobre la llanta.
¿Para qué sirven y qué función cumplen?
Al contrario de lo que se piensa, la seguridad que ofrecen los frenos no solo radica en la capacidad de estos para detener el vehículo, sino que también puede utilizarse con otros objetivos. Que sí, que la detención total de la bicicleta es su objetivo principal, pero no el único:
Reducir la velocidad sin detener por completo la bicicleta, por ejemplo, para atravesar tramos complejos.
Mantener la velocidad sin que se incremente, como, por ejemplo, en cuestas muy empinadas.
¿En qué hay que fijarse a la hora de elegir un portabicicletas para el vehículo?
Si queremos llevar la bicicleta con nosotros de viaje, hay que utilizar un portabicicletas para coche. A la hora de adquirir uno, se debe tener presente que existen diferentes tipos de portabicicletas, tal y como refleja la imagen siguiente.