La segunda jornada ofrecerá alternativas a diferentes tipos de ciclistas. Tanto sprinters como cazaetapas podrían triunfar en la larga jornada de 199 kilómetros entre Ribera de Arriba y Ribadesella. De nuevo un terreno con seis subidas de montaña, aunque con una última hora de carrera más llana, tras coronar el Collau del Valle. El domingo se celebrará la última etapa, la de menor desnivel acumulado, pero con una pequeña trampa final. Serán 143 kilómetros los que separen Benia de Onís y Oviedo. El perfil será mayoritariamente llano, salvo por el ascenso a El Violeo ubicado a apenas 10 kilómetros del final, que podría provocar ataques de ciclistas que busquen anticiparse al sprint.
El Burgos BH acude a esta Vuelta a Asturias con un bloque de corredores muy completo en el que destaca la presencia del ciclista local Sinuhé Fernández. El asturiano disputará por primera vez la carrera de casa, rebosante de ilusión por lucirse ante su público. Junto a él tomarán la salida en Oviedo escaladores de garantías como José Manuel Díaz y Eric Fagúndez, el joven Sergio Chumil, que sigue sumando kilómetros con su nuevo equipo, y veteranos polivalentes como Jetse Bol, Jesús Ezquerra y Ander Okamika.