Ander Okamika: “Desde un principio, teniendo en cuenta el perfil de la etapa y el viento que iba a soplar, se vio que no había muchas ganas de guerra en el pelotón, sobre todo después de la batalla de ayer. José Herrada y yo nos animamos, aunque esperaba que entrase algún ciclista más en la fuga. No había mucha esperanza de llegar a meta porque Alpecin controló siempre y solo nos dejó dos minutos. Mantuvimos una velocidad de crucero y guardamos las fuerzas para el final, cuando comenzó la tensión atrás. Al pasar Valencia se nos echaron encima y yo decidí poner toda la carne en el asador. Me fui solo, con un minuto de ventaja, pero el pelotón rodó muy rápido y me cogió antes del sprint intermedio”.
El final de la primera semana de la Vuelta a España tendrá lugar sobre un terreno montañoso. Los ciclistas saldrán este sábado de Denia para afrontar 165 kilómetros en los que se ascenderán un total de cinco pasos de montaña. El Alto de Vall d’Ebro y el Puerto de Tollos ayudarán a formar la fuga, mientras que el Puerto de Benifallim y el Puerto de la Carrasqueta endurecerán el ecuador de la etapa. La subida decisiva será el Xorret de Catí, que cuenta con rampas de hasta el 15% de desnivel y que se coronará a tres kilómetros de la meta.