Diego Rubio se filtró en la fuga de la segunda etapa de La Vuelta y rodó en solitario a falta de 30 kilómetros, lo que le valió para ser elegido el ciclista más combativo de la jornada. En Portugal, Adrià Moreno terminó la Volta en 13ª posición.
La Vuelta reanudó su marcha con la primera etapa en línea por el sur de la provincia burgalesa. En menos de 10 kilómetros, Diego Rubio encontró la compañía de dos corredores para irse por delante. El gran grupo rápidamente permitió más de tres minutos de diferencia, pero mantuvo al trío de cabeza bajo control. A falta de 32 kilómetros, dio un giro a la fuga para mantener un pulso al pelotón durante más de diez kilómetros. Ya en las puertas de Burgos, a cuatro kilómetros de meta, se produjo una caída a mitad de pelotón donde Ángel Madrazo se vio involucrado sin consecuencias. En meta, los corredores morados pudieron concluir el esprint de Gamonal y Rubio fue recompensado con el premio de la combatividad de la segunda etapa tras más de 120 kilómetros de fuga.
El corredor abulense declaró tras la segunda jornada de La Vuelta en Burgos que “ha sido un día histórico para el equipo tanto hoy como ayer. El equipo es de aquí y los patrocinadores también, la gente está volcada y era difícil, pero teníamos que intentarlo, vamos a seguir probándolo todos los días”.
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